“Si tengo que pensarlo tres veces, no es para Miu Miu" bajo esta idea nació este proyecto, con el fin de ser una marca donde volcar todo aquello que no tenía cabida en Prada por ser demasiado espontáneo o subversivo y que se ha convertido en el estandarte de la moda intelectual. Porque Miu Miu no es una versión más asequible y juvenil de una gran marca como D&G, de Dolce & Gabbana, o DKNY, de Donna Karan. Compite con Prada en la primera línea de la moda aunque todavía hay diferencias ya que mientras que Prada tiene 144 tiendas en todo el mundo Miu Miu tiene 28 tiendas, la última situada en Madrid. Para celebrarlo, la firma a lanzado una pequeña colección que se venderá en exclusiva en la boutique madrileña, donde se expondrán enormes carteles adhesivos inspirados en algunas de sus campañas, con las actrices Lou Doillon, Chloë Sevigny o Kristen Dunst como protagonistas.
Pero Miu Miu ha ido evolucionando poco a poco, su gran salto llegó en el momento que parecía más adverso. En el año 2000, Prada compró Jil Sander, Helmut Lang y Azzedine Alaïa, conocidas en el mundo de la moda, como las marcas intelectuales. Es decir, la competencia directa de Miu Miu. Pero las cosas no fueron bien, y para 2006 ya se había desprendido de las tres firmas. Es en este momento cuando Miu Miu se emancipó, abandonó la pasarela de Milán, donde se presentan las colecciones de Prada, y empezó a desfilar en París junto a Chanel o Louis Vuitton. Convirtiéndose en un ejemplo más del espíritu de la marca que nunca quiso ser Prada II.
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